LAS MUJERES DE LA ESCUELA DE CAJAL
Las hermanas Lewy
Para terminar, debemos reconocer el trabajo de las hermanas Lewy, Irene y Enriqueta (también llamada “Ketty”). Naciendo de padre alemán y madre vallisoletana, fueron educadas desde los tres años en el Instituto Alemán, y durante su vida supieron hablar alemán, francés, inglés y español de manera excepcional. A pesar de no ser investigadoras ni científicas propiamente, se les ha considerado a ambas relevantes en la vida de Cajal.
Irene
Irene, nacida en 1907, tres años antes que Enriqueta, tuvo que ponerse a trabajar en el Instituto de Ramón y Cajal traduciendo las revistas científicas alemanas a los 15 años. Sin embargo, después de la muerte de su padre y conocer a César Falcón, periodista con el que se acabó casando, se mudó con él a Londres. Tuvo un hijo con él, Mayo Falcón, y en 1926, comenzó a publicar artículos en El Sol, La Voz y Mundo Obrero.
Se unió entre 1933 y 1935 a la revista Cultura integral y femenina para reivindicar la emancipación de la mujer. Por ello, acabaron expulsados del país, yendo a Francia primero y después volviendo a España. Durante los siguientes años, Irene trabajaría en la revista Nosotros, la editorial Historia Nueva, la organización Mujeres Antifascistas, el IRYA y el Teatro Proletario, aunque no fue hasta su trabajo como corresponsal en Moscú que conoce a la dirigente del Partido Comunista de España Dolores Ibárruri, convirtiéndose en su principal colaboradora hasta que muere en 1989.
Por la aventura romántica de César con Enriqueta O'Neill, él e Irene se separaron y ella se exilió a Rusia y posteriormente a Pekín junto a Ketty. Regresó a España en 1977, y, tras trabajar en la Fundación Dolores Ibárruri y publicar “Asalto a los cielos. Mi vida junto a Pasionaria”, considerada como sus memorias, murió en 1999 en Madrid o El Espinar (los autores no se ponen de acuerdo en el lugar exacto).
Enriqueta
Nacida en 1910, Ketty Lewy se unió a la escuela de Cajal para sustituir a su hermana en 1926. Trabajó como bibliotecaria y traductora desde el alemán de cartas y artículos científicos hasta su exilio político a la URSS y después a Pekín, donde estuvo 20 años. Posteriormente, volvió a España en 1971 y fue contratada por el CSIC para trabajar en la revista Arbor y en el Servicio de Documentación Científica.
Esta mujer es mayormente reconocida por las dos obras que escribió, “Así era Cajal” y “Santiago Ramón y Cajal” donde cuenta su experiencia como bibliotecaria durante 8 años en la Escuela. En estos libros relata algunas anécdotas que muestran el humor del Maestro, su bondad, su inteligencia y su solidaridad. Sin embargo, los expertos en la vida de Cajal han considerado esta especie de biografía como muy imprecisa y, además, se le acusa de contribuir a la idea de que ella fuera la única mujer en la Escuela de Cajal, haciendo invisibles a las otras mujeres mencionadas en este documento. Ketty muere finalmente en 2001, soltera y sin hijos.