• Nombre científico y nombre/s comunes
Nombre científico: Atropa belladona
Nombres comunes: beladona, bella dama, solano mayor, solano furioso, botón negro, guinda de costa, tabaco borde, hierba mora mortal, dulcamara mortal, cereza del diablo, baya de la bruja, cereza negra, tabaco de pared.
• Sistemática
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Subclase: Magnoliidae
Orden: Solanales
Familia: Solanaceae o Solanáceas
Subfamilia: Solanoideae
Tribu: Hyoscyameae
Género: Atropa
Especie: A. belladona

• Descripción botánica
Las plantas de Belladona crecen hasta 1,5 metros de altura con hojas largas ovaladas de unos 18 centímetros. Presenta tallos muy ramificados y leñosos en su base. Sus flores son llamativas por su forma acampanada, de color púrpura con reflejos verdes aunque no muy vistosas y olor débil.

Los frutos son bayas de color verde que tienden a un color negro brillante al madurar totalmente, tienen aproximadamente 1 centímetro de diámetro (similar a una cereza) y un mal olor característico. Son dulces, contienen atropina y son consumidas por las aves que dispersan las semillas en sus excrementos, a pesar de que estas contienen alcaloides tóxicos.
       

Además hay una forma pálida de flor amarilla llamada Atropa belladona var. lutea que presenta frutos de color amarillo pálido.

   

 

• Ecología
La belladona es una planta que crece en bosques húmedos de Europa, Asia y África y en el norte de España, aunque en menor medida. Suele aparecer en la sombra de los árboles, colinas boscosas, yacimientos carboníferos y lugares húmedos de suelo calizo, considerándose una especie de maleza en algunas partes del mundo.
La germinación de las semillas es a menudo difícil, debido a la cubierta dura de estas, por lo que suele tardar varias semanas bajo condiciones de temperatura alterna. Además requiere buena humedad y calor, aun manteniendo todas las condiciones necesarias, la tasa de germinación no es alta. Las plantas agradecen un sustrato abonado con estiércol, un ambiente húmedo y sombreado, siendo los nitratos y las sales amoniacales los mejores abonos para doblar la cantidad de alcaloides.
• Aplicación medicinal.
El alcaloide  más característico de la belladona es la atropina, que actúa inhibiendo el sistema parasimpático, provocando taquicardia, disminuyendo la movilidad intestinal y provocando midriasis (bloqueando los receptores del músculo ocular encargados de constreñir la pupila). También están presentes la hiosciamina y la escopolamina, que pueden producir delirios, alucinaciones o el coma en dosis muy tóxicas.


    Midriasis

Médicamente se usa en oftalmología. Inhibe la acomodación ocular, es decir, el cristalino se fija para la visión lejana y los objetos cercanos se ven borrosos. Cuando la atropina se aplica directamente al ojo, los reflejos oculares no se recuperan durante 7 o 12 días.
También se utiliza en neumología y gastroenterología, aplicándose también para tratar la enfermedad del Parkinson o como analgésico.  Se usa contra el asma, cólicos nefríticos, epilepsia, bradicardias y procesos operatorios. También puede usarse como antídoto de ciertos insecticidas y en colirio para realizar pruebas diagnósticas.

Cólico nefrítico

La piel y las mucosas del organismo, absorben con facilidad la belladona. Esta se elimina de forma rápida unas veinte horas después de su administración. Siendo eliminada una parte de la misma por vía urinaria.
De esta manera, la belladona se utiliza en pomadas que se aplican a la piel para el dolor en las articulaciones (reumatismo), el dolor en las piernas causado por la presión de un disco de la columna vertebral sobre el nervio ciático (ciática) y el dolor de nervio (neuralgia). La belladona también se utiliza en forma de emplasto (gasa impregnada de medicina que se aplica a la piel) para el tratamiento de trastornos psiquiátricos, para un trastorno del comportamiento llamado hipercinesia, para la transpiración excesiva (hiperhidrosis) y para el asma bronquial. Por vía rectal, la belladona se utiliza en supositorios para las hemorroides.
 
      Hiperhidrosis


La acción fisiológica de la belladona es muy compleja, no pudiendo establecerse una norma general, al actuar sobre cada órgano de manera distinta. Sólo el sistema central y periférico muestra síntomas de excitación, seguido de depresión, según la dosis.
Las bayas de la belladona se han utilizado en los tratamientos tradicionales durante siglos para una variedad de síntomas incluyendo dolor de cabeza, síntomas menstruales, enfermedad de úlcera péptica, reacción de histamínicos e inflamación.
Los preparados homeopáticos de belladona se han vendido como tratamientos para varias enfermedades, aunque no hay evidencia científica para apoyar su eficacia clínica. La preparación más común se diluye hasta el nivel 30 C en la notación homeopática. Este nivel de dilución, no contiene ninguna traza mensurable con el instrumental actual de la planta original, aunque con preparaciones con menor nivel de dilución han mostrado que estadísticamente pueden contener trazas de la planta que se anuncian para la venta.
Además presenta numerosos beneficios en diferentes situaciones relacionadas con  nuestro organismo.  De esta manera, se expone la siguiente clasificación:
A nivel nervioso: Debido a sus cualidades como sedante sobre el sistema nervioso, es utilizado en muchos casos de alteraciones como neuralgias, epilepsias y migraña congestiva. Logra disminuir la secreción de las mucosas de todo el organismo, por lo cual es recomendado para tratar enfermedades de carácter respiratorio, digestivo y urinario.
En la digestión: Por ser un excelente sedante, es recomendado en casos de gastritis, hiperacidez estomacal o problemas ulcerosos, reduciendo las nauseas y el vómito. Además es aconsejado en casos de afecciones estomacales como los cólicos biliares, nefríticos o los espasmos anales y vesicales.
   Gastritis
Para la tos: Su acción antiexpectorante disminuye la secreción de las mucosas bronquiales, lo cual es recomendado en casos de tos ferina y la tos espasmódica, mientras que por la dilatación bronquial es utilizada en tratamientos contra el asma.

Otros usos: Posee acción como espasmolítico, por lo cual es utilizada en tratamientos de menstruaciones dolorosas. La atropina ha sido utilizada desde hace siglos en la oftalmología para dilatar los ojos y así poder examinar mejor la vista, mientras que por su cualidad como analgésica es recomendada en casos de contusiones e incluso reumatismo.

 

• Historia, mitos y curiosidades
La belladona, de origen europeo, siempre estuvo vinculada a las leyendas y la brujería.
De acuerdo con algunas tradiciones europeas, el espíritu que habita dentro de la planta de Belladona sólo sale una noche al año: la noche de Walpurgis, cuando se prepara para celebrar el Sabbath con las brujas.
En tierras célticas hay una superstición que vincula a la belladona con una hechicera encantadora a la que es peligroso mirar, aunque una versión más generalizada sugiere que cierta secta de sacerdotes tomaba una infusión de belladona para honrar e invocar la ayuda de Bellona, diosa de la guerra.
   Bellona
Otra leyenda cuenta que cierto hechicero trato con esta flor a una mujer enferma, provocando un estado de sueño que se prolongó durante varios días. Al despertar, la mujer, se mostró molesta por haber sido despojada del estado hipnótico en que se encontraba, que la llevaba a lugares maravillosos, llenos de placeres y lujurias. Al dar a conocer su experiencia, se prohibió la flor y fue considerada como “demoníaca” por la iglesia.
Se supone que la belladona fue empleada para envenenar a las tropas de Marco Antonio durante la guerra de Esparta, según la descripción que Plutarco hizo sobre los extraños efectos que siguen a su uso. Con la misma planta fue envenenado Claudio, el emperador romano.
  Marco Antonio
Además, como curiosidad, el jugo de la belladona, la atropina, era utilizada por las mujeres de las cortes italianas del siglo XVI sobre sus pupilas, con el fin de dilatarlas y de esa manera tener un mayor atractivo sexual sobre los hombres, ya que está comprobado que en momentos de mayor excitación sexual, la pupila se dilata.


• Referencias literarias en las que se menciona la belladona.
Belladona (Panorama de narrativas) de Hugo Claus y Malou van Wijk (1 septiembre 1996)
Siembro belladonas en los desiertos de las ciudades (Sirena - Poesía) de Ralph Gunther Mohnnau (1993)
https://www.youtube.com/watch?v=BkelzHMQJS4

Bibliografía
http://es.wikipedia.org/wiki/Atropa_belladonna
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/druginfo/natural/531.html
http://www.lareserva.com/home/belladona_efectos_mitos_leyendas
http://www.elherbolario.com/noticia/992/MAGIA-Y-TRADICION/La-Belladona-veneno-volador.html
http://www.misabueso.com/salud/Belladona
http://www.mind-surf.net/drogas/belladona.htm
http://www.ecured.cu/index.php/Belladonahttp://www.vidaysalud.com/diccionario-de-remedios-y-tratamientos-naturales/belladona-atropa-belladona-l-o-su-variedad-acuminata-royle-ex-lindl/

Glosario

Atropina:  fármaco extraído de la belladona y otras plantas de la familia Solanaceae.

Alcaloide: Cualquiera de los compuestos orgánicos nitrogenados, de carácter básico, que se extraen de ciertos vegetales y que tienen propiedades alcalinas

Midriasis: aumento del diámetro o dilatación de la pupila

Neumología: especialidad médica encargada del estudio de las enfermedades del aparato respiratorio.

Gastroenterología:  especialidad médica que se ocupa de todas las enfermedades del aparato digestivo

Bradicardia: alteración del ritmo al que late el corazón, concretamente se trata de un descenso en la frecuencia cardíaca.

Histamínico: De la histamina o relativo a ella; histamina: Compuesto orgánico que se libera de distintos tipos de células durante las reacciones inmunológicas.

Homeopático: De la homeopatía o relacionado con ella; Homeopatía: Sistema curativo que trata de sanar las enfermedades aplicando, en dosis mínimas, las mismas sustancias que producirían síntomas iguales o parecidos a los que se trata de combatir:

Neuralgia: Dolor agudo y continuo a lo largo de un nervio y de sus ramificaciones.

Espasmolítico: Medicamento para evitar los espasmos o suavizarlos.

PILAR ROMERO MARTÍN