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Altea o malvavisco

La Althaea officinalis, también conocida como altea áspera o común, malvavisco, bismalva, hierba cañamera, matilla cañamera, falso hibisco, camarmaje, lavaradisco, muelle, vivisco o marmait, es una planta perenne con propiedades medicinales de la división magnoliophyta, clase magnolyopsida, orden malvaes, familia de malvaceae, del género althaea.

 

MORFOLOGÍA:

  • El tallo de esta planta herbácea perenne suele medir entre 60 y 150 cm, es alto, erecto, poco ramificado y tormentoso.
  • Por otro lado, sus hojas son pubescentes por ambas caras, es decir, presentan una superficie recubierta por pequeños, apretados y finos pelos que retienen el rocío matutino. Estas suelen tener un tamaño de 10 cm de alto por 7 cm de ancho, un color grisáceo o blanquecino y un margen #crenado o serrado. Las inferiores, tienen forma acorazada con un lobulado irregular que va desde el reniforme al trilobulado. En cambio, las superiores, con un peciolo más corto y una forma más triangular suelen tener más lóbulos.

   

  • Las estípulas axiales son lanceadas o lineares y caducas.
  • Las flores de la altea son de colores blancos o rosa pálido, axilares, con un corto pedículo con el mismo tomento estrellado del tallo y pueden agruparse individualmente o en fascículos.
  • Su cáliz cuenta con 5 sépalos soldados triangulares u ovados y, al igual que las hojas, pubescentes. Encima de este se encuentra un epicáliz con 6 u 8 piezas de forma lineal a lanceolada.
  • Su corola está formada por 5 pétalos unidos a un tubo estaminal cilíndrico alrededor de los estilos, el androceo, con unos estambres ramificados muy vistosos con anteras de color violeta. Además, estos pétalos son ovados o oblongo-ovados, emarginados, cuneados y con una uña pubescente.
  • Por otro lado, el fruto de la altea es un mericarpio de color verde, vellosas sin costillas y de una semilla reniforme, que se desprende en forma de gajo para caer al suelo. Por último, su raíz es gruesa, rica en almidón, con una fuerte concentración de polisacáridos y con pectina y varios flavonoides. 

     

 

HÁBITAT, CLIMA Y ECOLOGÍA:

  • El hábitat de esta planta se da en lugares húmedos, junto al mar, bajo estuarios, cerca de márgenes de torrentes o prados húmedos, etc. Lo que hace que sea muy común en España y en las estepas occidentales asiáticas, así como en el área mediterránea de Europa y parte de la atlántica, en el norte de África y en las zonas costeras templadas de América del Norte. Su distribución general es holoártica y su forma vital hemicriptófita. Crece en climas muy cálidos y continentales soportando grandes variaciones de temperatura. A pesar de que crece a plena luz, soporta bien la sombra. Los suelos en los que se desarrolla son húmedos o muy húmedos y solubres, de hecho es una indicadora de humedad, ricos en bases, pues también es una indicadora de alcalinidad y ricos en nitrógenos y nutrientes.
  • Florecen entre finales de primavera y finales de verano, fecha esencial para la recogida de sus flores y hojas, las cuales deberán secarse a la sombra y guardarse en recipientes herméticos y limpios. En cambio, sus raíces deben recolectarse en otoño, pues es en esta época cuando su contenido en mucílago aumenta, secarse al sol pero guardarse bajo las mismas condiciones. Su fruto es una baya que se torna a seca en la madurez.

 

COMPONENTES:

  • Las sustancias activas de esta planta son las siguientes: su principal componente es el mucílago, presente en grandes cantidades (5-25%), la pectina (10%), la asparagina, betaína, lecitina, fitosteroles y taninos. También hay una gran cantidad de almidón en las raíces que llega a alcanzar hasta el 35%, azúcar, vitaminas, hidratos de carbono y numerosos minerales. Las hojas y las flores contienen menos cantidades de mucílago, pero algo de aceite esencial rico en timol, alcoholes y parafina.

 

APLICACIONES:

El malvavisco ha sido aceptado tanto por la medicina tradicional como por la popular. Por un lado es una de las plantas emolientes más importantes pues ablanda durezas y tumores y también es uno de los mejores  demulcentes pues alivia la irritación de las mucosas. De esta planta se usa tanto la raíz, como las hojas y las flores.

La primera divulgación de su uso médico vino de la mano de Teosfrato, quien la tomaba con vino dulce para la tos. Más tarde Hipócrates la prescribió para tratar moraduras y pérdidas de sangre y Dioscórides recomendó cataplasmas de su raíz para tratar vómitos, picaduras y aguijones de insectos y dolores de muelas. A partir de aquí, durante toda la historia ha sido utilizada tanto por médicos árabes como por curanderos europeos y a mediados del siglo XIX fue incluida en la Farmacopea de EEUU.

-Para un uso externo se deberá hervir sus raíces en agua durante 10 o 12 minutos, mojar una gasa en el líquido y colocarla en la zona afectada. De esta forma podemos:

  • Prevenir la aparición de hematomas y chichones tras una contusión.
  • Disminuir un dolor externo.
  • Ayudar a la cicatrización de heridas e impedir que se infecten.
  • Ayudar a la curación de heridas por quemaduras o congelación.
  • Reducir el enrojecimiento de la piel producido por el calor, las rozaduras, etc.
  • Disminuir el tamaño de granos o furúnculos y aumentar la rapidez de su desecación.

Además, la altea consta de propiedades antiinflamatorias, bactericidas, relajantes, desinfectantes, suavizantes, laxantes y expectorantes utilizadas en el tratamiento de la artritis reumatoide, esguinces y luxaciones, etc, y en enjuagues bucales para llagas bucales, problemas de encías, piorrea de dientes, dolor de garganta o simplemente para calmar el dolor que puede resultar del crecimiento de los dientes.

Otra aplicación la obtenemos machacando la hoja de la altea y restregando su zumo sobre la picadura de insectos como mosquitos, pulgas, garrapatas, etc, podemos ayudar a tratar la propia y reducir su picor. Otra forma de tratar otros picores es cociendo un puñado de la planta seca por cada litro de agua y aplicando la sustancia en la zona afectada.

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-Para un uso interno se utliza el té de malvavisco, que se crea añadiendo dos cucharaditas de la raíz molida a ¼ de litro de agua fría, llevándose a ebullición y dándole vueltas para posteriormente dejarlo reposar 30 minutos y colarlo, se utiliza para:

  • Combatir la bronquitis, el asma o la tos, ya que los mucílagos ayudan a expulsar las mucosidades de los pulmones al mismo tiempo que los relajan.
  • Tratar la nefritis. Desinflama los riñones, los desinfecta y suaviza el dolor.
  • Tratar la cistitis. Desinflama la vejiga, la desinfecta y suaviza el intenso dolor.
  • Combatir la gastritis, aliviando el dolor y recudiendo la acidez gástrica.
  • Proteger la mucosa gástrica y aliviar los ardores de las úlceras.
  • Tratar el dolor de estómago.
  • Prevenir la diverticulitis.

También se suele usar para tratar problemas de memoria ya que contiene colina, muy importante para la transmisión de impulsos nerviosos.

Cabe añadir que la altea puede interferir en la absorción de medicamentos orales como efecto secundario, por lo que debe asegurarse su consumición varias horas antes o después de otros agentes medicinales. Además por su alto contenido de azúcar también debe vigilarse su ingesta en personas diabéticas. A pesar de ello, estos son sus únicos problemas, ya que no es tóxica, aunque también puede ocasionar reacciones alérgicas.

 

 

HISTORIA:

Las propiedades curativas de la altea son tantas y tan conocidas que, de hecho, el propio nombre de la planta en griego, “Althein”, significa “para sanar”.

  • Carlomagno animó el cultivo del malvavisco por su efecto beneficioso y hay una vieja creencia que dice que quemar altea puede ayudar a limpiar la casa de energías negativas.

  • Sus hojas se pueden cocinar y emplear como alimento cociéndose en pequeñas cantidades con otras hierbas. Crudas no suelen ser comidas debido a su fibrosidad y tomento. También se suelen usar en infusiones, mientras que de sus raíces y tallos se obtienen fibras para la fabricación de papel.
  • Por otra parte, sus dulces raíces eran usadas antiguamente en la confitería. De hecho, su nombre en inglés “marshmallows”, sirve para designar lo que aquí llamamos “nubes” y en america latina “malvaviscos”, chucherías dulces y esponjosas en un principio aromatizadas con su raíz, aunque actualmente no contengan nada procedente de la planta.
  • En la edad media la gente hervía las raíces y las comía con cebolla frita y mantequilla. Para los romanos el malvavisco era una delicia y también se data de que los chinos consumían esta planta como alimento.

  

Antiguamente, el malvavisco se usaba también para ahuyentar la magia negra y de hecho, aparece en la obra literaria “La Celestina”, pues era una de las muchas plantas que la alcahueta tenía colgadas del techo, ya que esta era, a parte de hechicera, curandera, y probablemente la usaría para remediar la cistitis:
“Aparejos para baños, esto es una maravilla: de las hierbas y raíces que tenía en el techo de su casa colgadas, manzanilla y romero, malvaviscos, culantrillo, coronillas, flor de saúco y de mostaza, espliego y laurel blanco, tortarosa y gramonilla, flor salvaje e higueruela, pico de oro y hojatinta.”

      

 

EN LA ACTUALIDAD:

Hoy en día, la altea la podemos adquirir en herbolarios de diversas formas. La primera es mediante la raíz troceada, que hay que hervir 5 minutos a razón de una cucharada sopera por taza. La segunda forma es conseguir el extracto líquido del que se toman 30 gotas 3 veces al día. Otra forma de conseguirlo es en frascos de 60 comprimidos, que son recomendables en caso de intestino irritable o hemorroides, tomándose dos antes de cada comida. La última forma son caramelos para chupar. Además, también la encontramos en muchos cosméticos debido a sus propiedades hidratantes.

  

 

Glosario:

  • Crenado: Con dientes redondeados.
  • Demulcentes: Sustancias capaces de aliviar o proteger los tejidos irritados o inflamados.
  • Emarginados: Con una entalladura poco profunda.
  • Estípulas: Apéndices de algunas hojas situados en los lados del pecíolo o en el ángulo que estos forman con el tallo.
  • Flavonoides: Pigmentos naturales presentes en los vegetales que sirven para proteger al organismo de los daños producidos por sustancias o elementos oxidantes como pueden ser los rayos ultravioletas.
  • Hemicriptófita: Planta herbácea bienal o vivaz cuya yemas subsisten a ras del suelo.
  • Holoártica: Reino floral que se extiende por el hemisferio norte y que consta de gran abundancia de bosques templados o fríos.
  • Mericarpio: Subunidades del esquizocarpio que se forman tras madurar este.
  • Piorrea: Enfermedad bucal que primeramente puede causar gingivitis pero que si no es tratada puede dejar sin tejido óseo al diente.
  • Pubescentes: Hojas recubiertas por abundantes pelos cortos que retienen el rocío matutino.

Bibliografía:

Alba Bállega Fernández. 1ºBC.