Aceite de Aparicio
El aceite de Aparicio, también conocido como Oleum magistrale, es un aceite con propiedades medicinales inventado a mediados del siglo XVI por Aparicio de Zubia, un curandero morisco nacido en Lequeitio, Vizcaya.
Está compuesto por 2250 gramos de aceite de oliva o de almendras dulces, ambos buenos disolventes, sobre el que se le añaden 550 gramos de tallos con flores de romero, hipérico y ruda. Después de tres días de reposo, se le añaden 180 gramos de lombrices de tierra y se cuece el conjunto hasta que se consume la humedad. Posteriormente se filtra disolviendo 560 gramos de trementina buena, 60 gramos de resina de enebro en polvo y de incienso en polvo y 30 gramos de almáciga en polvo. Para finalizar el proceso sólo hace falta colar la sustancia. Esta receta fue recogida por Francisco Álvarez Alcalá en su libro “Formulario universal”, de 1841, pero no fue la primera que hubo.
- En 1566 la mujer del creador, Isabel Pérez de Redomat, después de la muerte de Aparicio de Zubia, el cual había mantenido en secreto la fórmula del ungüento, vendió los componentes del famoso aceite y dijo (equívocamente) que eran aceite añejo, trementina de abeto, vino blanco y añejo, incienso, trigo limpio, hipérico, valeriana y cardo bendito. A pesar de la discrepancia entre ambas recetas se puede sacar en común un punto, y es que los ingredientes del aceite de Aparicio no valían su alto precio, el cual se puede ver su desmesura en la expresión común “ser tan caro como aceite de Aparicio”. Por este motivo y para poder llevarse todas las ganancias, las cuales eran enormes pues los efectos terapéuticos del aceite eran increíbles, el inventor mantuvo en secreto toda su vida la receta.
Este ungüento es vulnerario, es decir, su principal uso es el de curar llagas y heridas, por lo que, teniendo en cuenta la forma en la que se aplicaba antiguamente (“untar, unir las carnes y taparlas con ayuda de un trapo las que sujete”), se puede deducir que su propiedad principal es la cicatrizante, aprovechando las cualidades del hipérico, las cuales son antisépticas, antihemorrágicas y antiinflamatorias.
De hecho, en la obra literaria “Don Quijote de la Mancha”, se hace referencia a este aceite, más precisamente en el capítulo XLVI de la segunda parte. En esta escena, el hidalgo es curado de las heridas que le ha realizado un gato con aceite de Aparicio por la enamorada Altisidora:
“Quedó don Quijote acribillado el rostro y no muy sanas las narices, aunque muy despechado porque no le había dejado fenecer la batalla que tan trabada tenía con aquel malandrín encantador. Hicieron traer aceite de Aparicio, y la misma Altisidora, con sus blanquísimas manos, le puso unas vendas por todo lo herido”.
En esta época, esta sustancia era muy usada para tratar cualquier tipo de herida aplicándose encima o dentro de ella si era muy profunda, después de haber sido limpiada primero con vino caliente.
Glosario:
- Almáciga: Resina clara, translúcida, amarillenta y algo aromática que se extrae de una variedad de lentisco.
- Valeriana: Planta herbácea perenne con propiedades medicinales en el sistema nervioso.
Bibliografía:
- Blog CEU: http://blog.uchceu.es/eponimos-cientificos/aceite-de-aparicio/
- Hamyguito: http://www.hamyguito.com/senaparicio.html
- Hablemos de historia: http://milrecuerdosdelpasado.wordpress.com/2014/04/28/aceite-de-aparicio-un-aparicio-en-el-quijote/
- Bafomet: https://bafomet.wordpress.com/tag/aceite-de-aparicio/
- EsaAcademic: http://www.esacademic.com/dic.nsf/sp_sp_dichos_refranes/307/ser
- "Aceite de oliva, todo mal quita". Augusto Jurado.
- "El Dioscórides de Andrés Laguna en los textos de Cervantes: de la materia medicinal al universo literario". Francisco López-Muñoz y Cecilio Álamo.
Alba Bállega Fernández