El biólogo y catedrático de Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid, Juan Luis Arsuaga es uno de esos pocos científicos que no necesitan presentación porque son de sobra conocidos por el público no iniciado. Su descubrimiento en 1992 del cráneo nº 5, perteneciente a Homo heidelbergensis, en el yacimiento paleontológico de la localidad burgalesa de Atapuerca abría el camino a una nueva etapa de la Antropología en España y desvelaba secretos de la evolución humana que no se conocían, contribuyendo a completar los vacíos del enigmático árbol evolutivo de los homínidos.
Ahora, Argos, en homenaje a su relevante figura ha recuperado para la memoria y para acercar este campo del conocimiento a los estudiantes, su genial obra "Claves de la evolución humana" que editaba el Ministerio de Educación y Cultura ahora hace 10 años.
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