Una nebulosa en forma de hélice
El telescopio espacial infrarrojo Spitzer, de la NASA, ha captado una nebulosa con una forma nunca vista hasta ahora que recuerda a la doble hélice del ADN.
La nebulosa helicoidal se encuentra cerca (unos 300 años-luz) del centro de la Vía Láctea y presenta una longitud de 80 años-luz. La forma difiere de las habituales: espirales o irregulares. Esta forma parece deberse a la influencia de los campos magnéticos que surgen del enorme agujero negro situado en el centro de nuestra galaxia y que retorcerían esa acumulación de gases y polvo estelar que son las nebulosas.