Fieles a la cita, alumnos y profesores abandonan sus tradicionales posiciones y se sitúan los unos junto a las otros para superar el reto que el ascenso a una cumbre o la caminata les plantea.

En esta ocasión recorrieron parte de los senderos que recorren el Valle de la Fuenfría,, en Cercedilla, en concreto la conocida como "Senda de los Poetas". Se recorrió la mayor concentración de monumentos, miradores y homenajes que hay en las montañas madrileñas. En las alturas de Cercedilla, en pleno Valle de la Fuenfría, la ruta mezcla cultura y naturaleza.

En resumen, un día espléndido, tan sólo ensombrecido por una neblina que hizo pasar algo más de frío del esperado pero que fue rápidamente olvidado por los calores producidos tras la marcha acelerada. También contribuyó a ello una comida saludable, enriquecida por la empanada marinera que Mar, previsora como ninguno, había adquirido en las instalaciones de Hostelería el viernes anterior. Se almorzó en la pradera de Navarrulaque junto al Pino de Giner de los Ríos, la Fuente Refugio y el monumento a los primeros excursionistas del Guadarrama.

Nuestro director hizo gala de sus mejores dotes de orientación para ofrecernos una sensación única como pioneros: recorrimos así una parte antes inexplorada del Valle de la Fuenfría. Desde ahora se hablará del "Camino Smichdt", del "Refugio Zabala" y de la senda "Cambronero".

Se siguió el arroyo de la Navazuela, que conduce a la Ducha de los Alemanes, un vistoso salto de agua. Posteriormente se visitó el reloj de sol en homenaje a Camilo José Cela y finalizamos con una visita muy literaria a los Miradores de los Poetas, donde admirando los paisajes que les inspiraron a algunos de los grandes genios literarios se pudo atisbar entre la niebla los versos esculpidos en las piedras, de Machado, Panero, García Nieto, García Tassara, Rosales y el propio Aleixandre, que salpican el paisaje .

Ángeles nos desveló los secretos de las calzadas romanas como la que recorrimos en este sendero, remontándonos con ella a los duros tiempos en que había que ofrecer un camino estable a base de apilar piedras que, por cierto, descubrimos eran básicamente granitos y neises.Estos caminos les permitían cruzar de una meseta a otra, a través de bosques de pinos entre los que se puedo contemplar otras especies arbóreas e impresionantes vistas.

Desde estos miradores se disfrutó de  singulares vistas del Valle de la Fuenfría, Siete Picos, Guarramillas, Abantos, La Peñota, El Montón de Trigo, El Valle de Guadarrama, así como el pueblo de Cercedilla.

María Jesús nos desveló algunos detalles interesantes de la botánica de la zona en la que destacaban unos tejos de porte increíble, los piornos resistentes a los fríos de las cumbres además de los pinos silvestres cuyo color anaranjado en la parte superior del tronco aportaban un tono cálido a una montaña cuyo carácter acogedor se disipaba a medida que el Sol se iba poniendo.

En resumen, una ocasión para disfrutar del campo en buena compañía y para ampliar las fronteras del IES Alpajés más allá de Aranjuez, descubriendo las huellas que anteriormente otros ilustrados, científicos y naturalistas habían dejado para que las generaciones posteriores fueran capaces de conocer lugares que, no por cerca de la capital dejan de ser dignos de visita y merecedores de nuestra admiración.

 

Para saber más

• Descárgate la guía de la excursión (Departamento de Ciencias)
• Sobre las calzadas romanas (Departamento de Cultura Clásica)