Pular para o conteúdo

Visor

Las virtudes farmacológicas del chocolate

Estimulante, antidepresivo y afrodisíaco. Son muchas las virtudes que se han atribuido a este producto cuyo origen se remonta a los aztecas. ¿Quieres descubrir qué hay de verdad y qué es mito? 

Cuenta Bernal Díaz de Castillo , cronista de Hernán Cortés, que a Moctezuma le servían una bebida de cacao en copas de oro, “que decían tenía una virtud para tener trato con mujeres.” Añade el cronista “que cuando se la ha bebido se puede viajar todo un día sin fatiga y sin tener necesidad de alimentos”. Era el tchocolatl, que desde entonces se extendió desde estas lejanas tierras hasta nuestras latitudes.

El chocolate, estimulante 

 Este alimento contiene sustancias como la teobromina o la cafeína que actúan estimulando el sistema nervioso. A los 15 minutos de ingerido se ha comprobado, mediante tests de habilidad verbal y de memoria visual, que mejora el estado de concentración, agilidad mental y alerta. Los resultados son óptimos con el chocolate blanco, aunque contiene menos concentración de los compuestos anteriores que el chocolate negro. 

 ¿También antidepresivo?

 La ingesta de chocolate aumenta la concentración de triptófano en el cerebro. Esta molécula es precursora de la serotonina , que es un neurotransmisor conocido como "la hormona del placer", por la sensación de bienestar que produce su descarga en las neuronas. Es por este motivo que se asocian al chocolate virtudes antidepresivas. Por eso, la costumbre de tomar cacao con galletas al acostarse resulta avalada por estos datos: las galletas proporcionarían el triptófano que el cacao ayudaría a convertir en serotonina. Es más, la serotonina es un neurotransmisor que se segrega por la noche y su concentración va disminuyendo a lo largo del día. Hacia las cuatro de la tarde los niveles son mínimos. Es en estos momentos, y durante el invierno en que la insolación es menor, que se produce cierto bajo anímico que puede ser minimizado por el chocolate.

Afrodisíaco...?

El efecto del chocolate sobre el estímulo sexual no está comprobado como tampoco lo está, en realidad, ninguna sustancia. Sus virtudes vigorizantes o estimulantes y el efecto placentero pueden haber dado origen a este mito sobre este alimento, divino ya en origen, ya que según la leyenda azteca fue regalado por el dios Quetzalcoatl a los hombres antes de ser expulsado del Paraíso.