Esta enfermedad, también conocida como gastrosquisis u onfalocele dependiendo de las características que posea esta hernia, consiste en que el feto, cuando estaba en el interior del útero de su madre, no se le han cerrado apropiadamente las paredes del abdomen y sobresalen los intestinos y el estómago en el exterior del cuerpo.

Que sea una gastrosquisis o un onfalocele depende del tamaño que tenga el tamaño del orificio por el que asoman las vísceras. Si tan solo está expuesto un poco de intestino, como se muestra en la imagen de la izquierda, se trata de gastrosquisis. pero, si por el contrario, lo que asoma es el estómago, los intestinos, y en algunos casos, el bazo, y además están recubiertos por una bolsa similar a la bolsa amniótica, como es el caso de la imágen de abajo, se trata de un onfalocele. El onfalocele, es mucho más grave, ya que están expuestos los nutrientes que pasan por el intestino, y corre el riesgo de infectarse. Además, se libera y se pierde mucho calor corporal.

Los métodos que hay que seguir para evitar estos problemas es introducir los nutrientes por vía intravenosa y recubrir las vísceras expuestas con una capa aislante, hasta que se haya corregido la hernia por medio de varias sesiones para introducir las tripas en su lugar natural.

Se ha investigado mucho acerca de esta hernia y, hoy en día, si se trata correctamente, practicamente no supondrá ningún problema para la vida del bebé.

Aquí se muestra el proceso de curación de esta hernia hasta su total desaparición.(Puede resultar algo desagradable).

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