Origen y evolución del cáncer

La ausencia de poder para eliminar los tumores cancerosos de la selección natural (Darwin, 1881) conlleva a que esta enfermedad sea difícil de combatir. Asimismo, estas destruyen los tejidos y engañan al organismo para obtener energía y así continuar con su proceso de división desaforada. Cabe destacar que la probabilidad de desarrollar un cáncer es parcialmente alta, alrededor del 39% en mujeres y 45% en hombres. 

El origen del cáncer es la pluricelularidad: desde la reproducción por escisión en dos de los organismos unicelurares, a la especialización de las mismas y a la formación de tejidos complejos. De esta manera, las millones de especies existentes demuestran el éxito evolutivo. Cada vez que una célula se divide, el ADN de esta tiene cierta posibilidad de sufrir una mutación cancerígena y convertirse en una célula tumoral. Estas mutaciones pueden provocar distintas reacciones en el organismo: multiplicación sin restricción, eluden las defensas inmunitarias..

Sin embargo, la duda es ¿por qué no se ha podido lograr la eliminación del cáncer? Lo cierto es que la selección natural ha favorecido dichas defensas contra el cáncer y dispone de una capacidad limitada para impedir que se propague. De hecho, una manera de defenderse contra esta enfermedad es retrasar los tumores hasta la vejez, permitiendo la descendencia al sector más joven y protegido. 

 

Diagnóstico y tratamiento

Frecuentemente, el diagnóstico de esta enfermedad y las respectivas pruebas de detección no resultan especialmente eficaces. Es por eso que este tema está siendo muy debatido últimamente. Los estudios demuestran que realizar análisis de sangre para detectar el cáncer de próstata no disminuye de modo significativo la mortalidad. Cientos de miles de hombres probablemente hayan sufrido efectos secundarios graves como consecuencia de un tratamiento innecesario. Sin embargo, muchos expertos como facultativos y sociedades médicas creen que la detección de forma sistemática salva vidas. En la mayoría de los casos, realizar pruebas de detección para aplazar el tratamiento representaría una solución intermedia eficaz. 

 

Afortunadamente, las nuevas terapias y fármacos contra el cáncer de mama son cada vez más eficaces puesto que van dirigidos de manera especial a cada paciente. En EE. UU. y Europa la esperanza de vida de las pacientes con cáncer de mamá aumenta desmesuradamente sin parar gracias a una creciente detección precoz y a los nuevos tratamientos. Muchos de los nuevos fármacos se dirigen contra moléculas específicas de las células tumorales lo que permite administrar cócteles farmacológicos personalizados en función del perfil tumoral de cada paciente. El cáncer de mamá fue el primer tipo de tumor sólido para el que se dispuso de una terapia dirigida contra una molécula. El éxito de esta estrategia promete avances aún más espectaculares. 

 

Repercusiones psicológicas

Por otro lado, los procesos psíquicos actúan sobre el sistema inmunitario. De este modo, podrían influir en la aparición y en la evolución de las enfermedades tumorales. Aún es motivo de discusión entre los psicooncólogos si una actitud mental positiva aumenta las posibilidades de supervivencia de los pacientes con cáncer. La atención psicológica puede mejorar de forma notable la calidad de vida de los enfermos graves. 

  

Póster