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Cazadores de planetas

La misión Corot, la primera sonda espacial capaz de detectar planetas similares a la Tierra fuera del Sistema Solar fue lanzada con éxito el pasado miércoles 27 de diciembre.

    Se trata de un proyecto multinacional, entre los que participa la Agencia Espacial Europea y España, además de Austria, Alemania, Bélgica y Brasil, que es liderado por la agencia espacial francesa (CNES). La misión fue concebida hace 10 años y obtuvo el visto bueno para su desarrollo, en el año 2000.

    La misión partió del Cosmódromo de Baikonur, en Kazajastán, a bordo de una nave Soyuz que situará en una órbita circular a  827 km de la Tierra un telescopio espacial de unos 30 cm, cuyo objetivo es rastrear, libre de la interferencia de la atmósfera terrestre, durante seis años, la existencia de planetas extrasolares similares a la Tierra: rocosos, con atmósfera,... Telescopio COROT

    COROT toma el nombre de "Convection Rotation and planetary Transits" (rotación de la convección y tránsitos planetarios).

    El modo de detectar la existencia de estos planetas es captar alguna variación en el brillo de las estrellas atribuible al paso de un cuerpo planetario de tamaño grande. En este objetivo, COROT monitoreará más de 120.000 estrellas. Está previsto que se detecten hasta 40 planetas rocosos mayores que la Tierra y decenas de planetas gaseosos, similares a Júpiter, en torno a cada campo de estrellas observado. Cada 150 días, COROT rastreará un campo diferente, evitando así la incidencia de los rayos solares en el campo de observación, como consecuencia del movimiento terrestre.

    La inteferencia del planeta en el brillo estelar permite deducir el tamaño del planeta y, por el grado de interferencia en la estrella, calcular la densidad de éste, deduciendo si es o no rocoso.

    Un segundo objetivo es estudiar los llamados "astromotos", el equivalente a un terremoto estelar, causados por ondas acústicas generadas en el interior de la estrella que se desplazan hacia la superficie y que alteran su brillo. Estas ondas permiten a los astrónomos calcular con precisión la masa de la estrella, su edad y su composición química, permitiendo compararlas con nuestro sol.

    Será la primera misión de otras 4-5, cuyo objetivo será rastrear, durante la segunda década del siglo XXI, la presencia de planetas en los que sea posible la vida fuera de nuestro Sistema Solar. La siguiente misión de esta serie será la Kepler, de la NASA, en 2008, y , después, la denominada Darwin, en 2015, de la ESA (Agencia Espacial Europea), que planea buscar huellas de vida extraterrestre, situando en órbita una red de telescopios espaciales.

    Hasta la fecha se han encontrado 209 planetas extrasolares. Esta cifra se elevará rápida y enormemente con el proyecto COROT.MISION DARWIN


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